Fabricar bicicletas de madera no es el negocio principal de MasterWorks.
"Es un pasatiempo para los dos socios. No somos una compañía de bicicletas. Somos carpinteros personalizados ", dice Holloway.
"Tengo el mejor trato de esa época", dice Hernández.
"Nos gusta decir que las bicicletas son piezas de arte que se puede montar."
Hernández también comenzó a trabajar en su bicicleta, dejando su camioneta en su casa de Willow Glen. Holloway ya estaba familiarizado con las bicicletas. "He montado en bicicletas y motocicletas y he estado en carreras competitivas desde que era un niño. No corro más, pero todavía monto mi bicicleta para ir a trabajar diariamente", dice.
Su "trabajo del día a día" es el diseño y la fabricación de una especie de mobiliario de interior y al aire libre, así como estructuras arquitectónicas como puertas que se exhiben permanentemente en la "Península Materiales de Construcción Showroom" en Mountain View.
"Tratamos de utilizar principalmente la madera recuperada de los árboles locales para las bicicletas que nos gusta llamar obras maestras de madera", dice Holloway.
"Mi fuente primaria es de Anderson's Tree Care Specialists en San José. Otros arboristas me contactan también, y yo mismo he rescatado a algunos.
La mayoría de los árboles que recicla han crecido localmente en patios escolares, parques, patios residenciales o por calles que necesitan ser removidas por razones de seguridad. Normalmente serían astillados y llevados a un vertedero o patio de compostaje.
"Salvamos la madera de árboles que podrían estar enfermos o morir. Damos a esta madera otra vida y ayudamos a mejorar el medio ambiente", dice Hernández.
Otras maderas recuperadas que usan provienen de graneros, almacenes, cercas, muelles y casas desmanteladas.
Los brazos en su pedicab se hacen de la secoya que una vez fue las estacas de la uva del viñedo.
"Los árboles urbanos, a menudo, proporcionan variedades inusuales de madera que no están disponibles en los astilleros de madera. A veces, un árbol con valor sentimental debe ser eliminado por alguna razón", dice Hernández... "Hacer una mesa, una puerta o una bicicleta de madera mantiene el árbol y su historia alrededor de éste, para ser disfrutado en otras formas por muchos años más".
Ubicado en una antigua fábrica de conservas cerca del recinto ferial del condado de Santa Clara, su taller está lleno de pilas de madera de secado.
Cuando termina su jornada de trabajo, Holloway y Hernández dedican su tiempo a su afición a la bicicleta. Dependiendo de la cantidad de talla decorativa que va en cada una, pasarán un mínimo de 40 horas y, a menudo, hasta 120 horas.
Cada bicicleta es nombrada. La primera bicicleta de Holloway fue llamada Defender, según apuntó él mismo... "porque pensé que sonaba bien".